domingo, 2 de noviembre de 2008

UNIDAD 5. Los Reyes Católicos: La construcción del Estado Moderno

UNIDAD 5. Los Reyes Católicos: La construcción del Estado Moderno
Los RR:CC. La unidad dinástica.

El reinado de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (V de Castila), conocidos por Reyes Católicos, supone en España el paso de la Edad Media a la Moderna. En ese reinado se llega a la unificación dinástica de las coronas de Castilla y Aragón, haciendo posible la posterior conquista de Granada y la vinculación de Navarra (1512), con lo cual se unen cuatro de los cinco reinos peninsulares, a la vez que se realiza una política matrimonial de gran visión para reincorporar el quinto reino (Portugal) y obtener la plena unificación de los reinos peninsulares. En muchos aspectos el reinado de los RR:CC es aún medieval, pero en otros, es ya plenamente moderno. Por tanto, en el mismo se armonizan lo viejo y lo nuevo, proporcionando a España la fisonomía que, como nación (no Estado), tendrá en la época que se inicia.
Cuando Juan II de Aragón cedió la Corona aragonesa (1479) a su hijo Fernando II, éste había sido ya proclamado soberano de Castilla (1475) junto a su esposa Isabel, y ambos estaban ultimando los acuerdos con Alfonso V el Africano que conllevaban la renuncia definitiva de Juana de Castilla a sus pretensiones al trono castellano. Fernando e Isabel reinaron conjuntamente en los territorios de la Corona de Castilla, mientras que la Corona de Aragón, con Cerdeña y Sicilia eran gobernados, únicamente, por Fernando.

En 1469 tuvo lugar el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Ambos pertenecían a las familias reinantes en Castilla y Aragón. donde reinaban diferentes ramas de la dinastía Trastámara.
Tras morir Enrique IV estalló la guerra civil en Castilla. La hermana, Isabel de Castilla, que contaba con el apoyo de Aragón, y la presunta hija, Juana "la Beltraneja", apoyada por Portugal, se enfrentaron en un conflicto que culminó con la batalla de Toro en 1476 y la paz de Alcaçovas con Portugal en 1479. Isabel I era reconocida como reina de Castilla.
Ese mismo año de 1479, Fernando I era coronado rey de Aragón. Culminaba la unión dinástica entre los dos reinos más poderosos de la península. Los nuevos reyes se aprestaron a conseguir la unión peninsular bajo su corona.
En enero de 1492 culminó la conquista del reino nazarí de Granada. Acababa así la Reconquista y la presencia musulmana en la península.
Con Portugal, las ya conocidos como Reyes Católicos, intentaron infructuosamente la unión matrimonial.
Finalmente, tras morir Isabel, Fernando el Católico conquistó Navarra en 1512. En 1515 se declaró la unidad de Navarra a Castilla.
Anteriormente, con la firma del tratado de Barcelona en 1493, Aragón había recuperado de Francia los territorios ultrapirenaicos del Rosellón y la Cerdaña, y, Castilla había concluido en 1496 la conquista de Canarias.
Había concluido el proceso de unificación de España. La unión era, sin embargo, una unión dinástica. Bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones.

Unificar la Península no consistía sólo en recobrar los territorios no incorporados aún a las dos Coronas de Aragón y de Castilla, unidas a sus personas; si no que, además, implicaba:


Dominar a la alta nobleza con objeto de reforzar la paz interna. Por conseguirlo, no dudaron en demoler (desde 1477) fortalezas y castillos que en toda España dominaban el territorio y constituían focos de resistencia, sustituyéndolas al poco tiempo por los palacetes urbanos.
Convertir esta nobleza feudal en nobleza cortesana. Para ello, le otorgaron dignidades, cargos y pingues rentas perpetuas que estimularan su vanidad y ostentación, pero que no la hicieran peligrosa y desleal.
Revivificar la autoridad de la monarquía. Para ello contaron con el apoyo legal de los romanistas, mediante la anulación de las concesiones o privilegios excesivos.
neutralizar el poder de las Órdenes Militares, recabando para la realeza el cargo de gran maestre de las mismas. Se trataba de una fuente de ingresos muy importante, pues sólo la renta anual de la Orden de Santiago se cifraba en 60.000 ducados, mientras que las de la Corona de Castilla sumaban 40.000 al advenimiento de Isabel.
Supervisar y controlar la gestión municipal en las ciudades importantes por medio de oficiales reales.
Acabar con la opresión señorial en Galicia y en Cataluña (hermandinos y remensas), para obtener la colaboración del campesino gallego y catalán (Sentencia Arbitral de Guadalupe, 1486).
Conseguir la unidad religiosa. Para lograr este objetivo se estableció el Supremo Consejo de la Inquisición (1477-1490), se procedió a la expulsión de los judíos (1492) y de los moriscos (1502), y se realizó una activa labor en contra del criptojudaísmo y del criptoislamismo.
Conservar el Orden Público en el país. Para ello se creó la Santa Hermandad (1476).
Armonizar las instituciones respectivas.
Reorganizar la justicia real con técnicos juristas.
Establecer el reclutamiento forzoso para cumplir con los deberes militares (1496).
Unificar la política exterior e interior, mediante un gobierno mancomunado. La alianza con Borgoña y con el Imperio Alemán representaba en la política internacional hispana un cambio importante, que, a la larga, sería decisivo.

La unificación dinástica no supuso, sin embargo, la supresión del dualismo administrativo e institucional; pues, en los distintos territorios, perduraron sus instituciones tradicionales, aunque con influencias mutuas.


Los Reyes Católicos: la conquista del Reino Nazarí de Granada.

Los restos de Isabel y Fernando que reposan en la capilla real de la catedral de Granada, son símbolo y testimonio de la capital importancia que tuvo la guerra y la conquista de Granada en el reinado de los Reyes Católicos. Son múltiples los aspectos que nos muestran la importancia de esta guerra para el reinado de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
En lo que se refiere al reino de Castilla, la conquista de Granada ratificó la victoria de Isabel y Fernando en el conflicto de sucesión y aseguró su posición frente a la nobleza, a la que consiguieron hacer participar de forma masiva en la guerra. La guerra de Granada fue clave para desarrollar el sistema fiscal y la capacidad militar castellana y significó un momento clave en la forja del estado castellano moderno.
Por otro lado, la guerra de Granada fue una contienda en la que participaron, militar y financieramente, aunque de manera desigual, castellanos y aragoneses, constituyendo la primera gran empresa común de la nueva monarquía.
En la política internacional, la conquista del último reducto político de Al-Andalus significó asegurar el flanco mediterráneo de la Monarquía ante el empuje turco que en 1480 había atacado Otranto, en el sur de Italia; asimismo, la toma de Granada dejó a los Reyes Católicos las manos libres para encarar con fuerza los otros frentes de su política exterior, especialmente su rivalidad con Francia en el Rosellón, Italia y Navarra.
Finalmente, la guerra y la conquista de Granada —hábilmente explotada por los propagandistas de la corona— sirvió para reforzar el prestigio de los nuevos monarcas. Así, en 1486, en pleno desarrollo de las operaciones militares, Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, hacía pública una profecía anónima que aseveraba que Fernando conquistaría no sólo Granada, sino también Africa hasta Etiopía, Jerusalén, Roma, las tierras de los turcos... hasta constituir un imperio universal.
La guerra comenzó cuando el rey de Granada, Abú-I-Hassán Alí, que se había negado a pagar parias, recuperó Zahara (1481). Los castellanos contestaron a la provocación conquistando Alhama (1482) y los granadinos tomaron Cañete (1482).
A partir de este momento, no hubo paz entre Castilla y Granada durante diez años (1482-1492). Contienda que se complicó, además, por una guerra civil entre Abú Abd y su sobrino Boabdil, lo que favoreció los planes castellanos. En 1487, cayó Málaga, Nerja y Torrox; en 1489, Almuñecar y Baza; en 1489, Almería, y en 1490, los Vélez.
Tras estas conquistas, Boabdil hubo de encerrarse en la Alambra, e iniciar gestiones de paz. El resultado fue un acuerdo que implicaba la cesión del resto del territorio y el fin del reino nazarí de Granada. El 2 de enero de 1492 Granada se rendía, y el 6 Boabdil se refugiaba en las Alpujarras, de donde partiría para Fez (1493). Allí vivió el resto de sus días, muriendo el 1527. Mientras tanto, el conde de Tendilla era nombrado gobernador de Granada y Fray Hernando de Talavera su primer arzobispo.
La guerra de Granada costó enormes sumas a los RR:CC: unos 800.000.000 de maravedíes. Sólo los préstamos contraídos para la guerra se elevaron a unos 375.000.000 de maravedíes. El ejército llegó a estar compuesto por unos 13.000 jinetes y 50.000 peones, aunque no siempre las huestes fueron tan numerosas. Contaron con 2.000 piezas de artillería y con un cuerpo de 6.000 zapadores.

Pero también supieron resarcirse de tales gastos. En Málaga, por ejemplo, 11.000 musulmanes tuvieron que pagar su libertad con 396.000 escudos, y 450 judíos, con 17.000 escudos. Los reyes se apropiaron la cuarta parte del vidueño, los bienes de los reyes nazaríes, las jabonerías, tenerías, alhóndigas, aduanas, alcaicerías, tiendas, baños, boticas, derecho de portazgo, paso almojarifazgo, diezmos, medio diezmos, cuentos de cabalgadas, tercias y cambios. Las propiedades urbanas y rústias fueron distribuidas entre los conquistadores y pobladores cristianos, mediante el sistema de repartimientos. En Málaga, donde quedaron musulmanes (Morería) y judíos (50 familias) con tornadizos o moros bautizados, se instalaron unas 2.000 familias cristianas.
Por último, no se puede dejar de citar el hecho de que un buen número de musulmanes pasaron el Estrecho, y consiguieron el permiso del sultán de Fez, Muhammad al Wattasí, para reconstruir la ciudad de Tetuán y asentarse en ella.


C. Los Reyes Católicos: La Integración de las Canarias y la aproximación a Portugal.

La Corona de Castilla y Portugal fueron rivales sobre los derechos de conquista de las islas Canarias. Finalmente, en 1479, Portugal renunció a las islas por el Tratado de Alcaçovas. En 1478, los Reyes Católicos ordenaron la conquista de Gran Canaria. En 1493 fue anexionada la isla de La Palma, y la unión a Castilla concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife. El proceso de conquista fue muy similar al que luego se aplicó en América. Fue llevado a cabo por particulares que firmaban contratos, capitulaciones, con la Corona.La población indígena, los guanches, con un nivel de desarrollo económico y cultural muy bajo, fueron pronto exterminados. El contagio de enfermedades procedentes de Europa fue la clave del desastre demográfico.Los conquistadores, sobre todo andaluces y extremeños, esclavizaron a la menguante población indígena, pese a las prohibiciones legales de los reyes castellanos y el Papa. Ante su desaparición paulatina, comenzaron a importar esclavos de la costa africana.El azúcar se convirtió en la principal fuente de riqueza.
La estructura administrativa se copió de la castellana con un Capitán General al frente del archipiélago y dos Adelantados en Tenerife y Gran Canaria.Cristóbal Colón hizo escala en Gran Canaria, y luego zarpó de la isla de La Gomera en el viaje de descubrimiento de 1492.Con respecto a Portugal, los Reyes Católicos utilizaron la política matrimonial de forma sistemática como un instrumento de la política exterior:
En 1490, casaron a su hija Isabel con el príncipe Alfonso de Portugal, hijo primogénito del rey Juan II.
La muerte de Alfonso en 1491 y la muerte en 1945 del rey Juan II dejó como heredero al hermano del monarca, Manuel el Afortunado. En 1497, Manuel se casó con Isabel, viuda del anterior rey, Alfonso.
Isabel murió en 1498 en el parto de su hijo Miguel, quien murió dos años más tarde. De nuevo, la diplomacia matrimonial funcionó y la infanta María, hija también de los Reyes Católicos, ocupó su lugar como esposa de Manuel.
Pese a que esta política matrimonial no dio resultado inmediato, posteriormente en virtud de esta compleja red de relaciones familiares, Felipe II reclamó con éxito en 1580 el trono de Portugal, al morir sin descendencia el rey Sebastián.

La organización del Estado balo los Reyes Católicos: Instituciones de gobierno.

Con los Reyes Católicos protagonizaron una gran labor de fortalecimiento del poder de los monarcas. La tarea, iniciada durante los años de la guerra civil en Castilla, continuó a lo largo de todo su reinado. Isabel y Fernando pusieron fin al conflicto entre poder nobiliar y poder real que había caracterizado a la Baja Edad Media. Con los Reyes Católicos la autoridad de los monarcas fue restaurada y se consolidaron las instituciones de gobierno y la hacienda pública.
La reorganización del sistema de Hacienda fue una primera y necesaria medida de los monarcas. Adoptada en las Cortes de Toledo de 1480, se revisaron las mercedes (concesiones a los nobles) efectuadas durante el reinado de Enrique IV. Esta medida, que perjudicó esencialmente a los nobles que habían apoyado a Juana "la Beltraneja", permitieron a los monarcas rescatar más de la mitad de sus rentas
En 1476, en las Cortes reunidas en Madrigal de las Altas Torres, se aprobó la constitución de la Santa Hermandad. Organismo policial y judicial, que ejercía también una importante labor en la recaudación de impuestos. La Santa Hermandad fue clave en la restauración de la paz y el orden en el reino.
En 1480 se reorganizó el Consejo Real, dando el papel central a los letrados, salidos de las Universidades con sólida formación jurídica. Los nobles quedaron relegados a un papel meramente consultivo. Además del Consejo de Castilla se estableció el Consejo de Aragón (1494) formado por los regentes y letrados y el Consejo de las Órdenes Militares que administraba a las tres órdenes militares (Santiago, Alcántara y Calatrava), puesto que el cargo de maestre de las tres órdenes recayó en el rey Fernando.
La antigua Chancillería fue sustituida por secretarios reales, personas de confianza de los reyes que le servían de enlace con los diferentes consejos.
Las Cortes castellanas se convirtieron en asambleas dóciles cuyas funciones se reducían a jurar fidelidad a los sucesores al trono y a conceder cuantiosas ayudas monetarias a los reyes siempre que estos lo solicitaban.
La administración de la justicia real se llevaba a cabo en tres ámbitos:
a. En el ámbito local actuaban los corregidores, pero que se consalidó y generalizó definitivamente con Isabel y Fernando.
El poder real también se reforzó en el ámbito local con la generalización de los corregidores. Delegados del poder de los monarcas en villas y ciudades, presidían los ayuntamientos y tenían funciones judiciales y policiales.
b. En un nivel superior figuraban las chancillerías o audiencias, que se ocupaban de las apelaciones a las decisiones de los corregidores y de otros tribunales municipales y señoriales.
c. Por encima de estos tribunales, la última instancia judicial era el Consejo Real.
Otras medidas importantes fueron el control real de las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcántara) y el fortalecimiento de la administración de la justicia, con dos Reales Chancillerías, sitas en Valladolid y Granada.
En la Corona de Aragón, debido a su tradición política "pactista" el poder monárquico tuvo muchas más dificultades en fortalecerse. No obstante, el poder de los lugartenientes generales, importantes por la frecuentes ausencias de Fernando I, fueron reforzados.
Isabel y Fernando respetaron y confirmaron los privilegios y fueros de Valencia, Aragón y Cataluña; nombraron virreyes para que los representaran en algunos reinos en su ausencia. En Cataluña, Fernando resolvió el conflicto de los remensas mediante la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486) que contenía disposiciones como las siguientes:
Abolición de la servidumbre personal; los malos usos de los señores feudales.
Concesión a los campesinos de libertad para abandonar las tierras, sin obligación de pagar cantidad alguna.
Uso perpetuo de las tierras, que podían ser transmitidas a terceros, a cambio del pago de una cantidad fija al señor.

· La reforma religiosa:

-La reforma del clero: el objetivo era combatir la relajación moral e intelectual de los eclesiásticos y aumentar el control de la corona sobre la Iglesia, en especial las altas jerarquías. Podían nombrar a Obispos en algunas zonas y tenían el derecho de presentación ante el Papa. Destacamos al personaje Jiménez de Cisneros, creó la Universidad de Alcalá y dirigió la edición de la Biblia Políglota Complutense.
-La nueva Inquisición. La expulsión de judíos y mudéjares. El Consejo de la Suprema Inquisición, que fue la única institución que se impuso en todos los reinos. Decidieron crearla en Castilla para perseguir a los falsos conversos. En 1483, los reyes nombraron inquisidor general al fraile dominico Tomás de Torquemada y dependía de forma directa de los soberanos. La forma de actuación era la siguiente: se había un plazo para que las personas acusadas se presentaran voluntariamente y confesaran delitos; si lo hacían eran reconciliados; si eran acusados por terceros con fundamento se procedía a la confiscación de sus bienes en el acto. Se realizaban varios métodos para conseguir la confesión, entre ellas la tortura. Si eran declarados culpables se celebraba un auto de fe. Se realizaba una sentencia pública y en penas muy graves la sentencia era la hoguera. ----La expulsión de los judíos que no accedieran a bautizarse en el plazo de cuatro meses serían expulsados. Se intentaba conseguir la cohesión social de sus reinos. Ante este decreto muchos judíos decidieron bautizarse y otros (denominados sefarditas) fueron al Norte de África, Flandes, Italia o el Imperio Turco.
-La expulsión de los mudéjares. En 1502 en Castilla se expulsaron a los mudéjares no bautizados y en 1526 en Aragón. Los que se bautizaron pasaron a denominarse moriscos y se convirtieron en el nuevo objetivo de la Inquisición.


E. La proyección exterior bajo los Reyes Católicos. Política italiana y norteafricana.

Mientras Castilla se lanzaba a la expansión atlántica y americana, los Reyes Católicos llevaron a cabo en Italia una política claramente heredera de la que había aplicado durante siglos la Corona de Aragón: enfrentamiento con Francia por el predominio en la península italiana.
Cerdeña y Sicilia estaban integradas en la Corona de Aragón y en Nápoles reinaba una rama bastarda de Alfonso V el Magnánimo. En un primer momento, Fernando el Católico y el monarca francés, Carlos VIII, buscaron una solución pactada. Fruto de esta actitud fue el Tratado de Barcelona (1493) por el que Aragón recuperaba el Rosellón y la Cerdaña. La ruptura, sin embargo, vino cuando Carlos VIII conquistó Nápoles en 1495. La reacción española fue inmediata y se enviaron tropas comandadas por un noble castellano, Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Tras una larga y compleja campaña militar, las tropas españolas incorporaron a la monarquía el reino de Nápoles en 1505. España se convertía en una gran potencia europea.

En el norte de África, los castellanos, enardecidos por la conquista de Granada, practicaron una política expansionista que buscaba neutralizar a los piratas berberiscos apoyados por la gran potencia del Mediterráneo oriental, el Imperio Turco. La conquista de Melilla (1497) y de Orán (1509), junto al establecimiento de protectorados en Bujía, Trípoli y Argel, parecía adelantar la conquista española del Magreb. Sin embargo, la derrota en las islas de Gelves frustró el sueño expansionista. La monarquía hispánica mantuvo algunas plazas fuertes en el norte de África pero no consiguió acabar con la piratería berberisca.


F. El Descubrimiento de América.

El descubrimiento de América en 1492 por Cristóbal Colón fue uno de los hechos más importantes de la historia europea y condicionó la evolución política, social y económica de los siglos siguientes.
Es posible que durante la Edad Media llegasen algunas expediciones nórdicas a la costa de Norteamérica, pero, ya desde comienzos del siglo XV, portugueses y castellanos habían iniciado un intento de llegar a Oriente (las Indias), proveedor de especias y de productos de gran valor, mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del Mediterráneo oriental.
Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzaron a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia.Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife.A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana. En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición.El 3 de agosto de 1492 Colón inició su viaje saliendo del puerto de Palos de la Frontera en Huelva. La expedición de tres naves llegó a una pequeña isla de las Antillas el 12 de octubre.
Durante mucho tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a Asia por la ruta occidental, pero en realidad se había encontrado con la existencia de un continente desconocido en Europa: América. La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494). Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de influencia: la occidental para Castilla y la oriental para Portugal. De esta manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas, y el resto de América en manos castellanas.

************AMPLIACIÓN DE ESTE APARTADO************************

La expresión descubrimiento de América se usa habitualmente para referirse a la llegada a América de un grupo expedicionario español que, representando a los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, partieron desde el Puerto de Palos de la Frontera, comandados por Cristóbal Colón, y llegaron el viernes 12 de octubre de 1492 a una isla del mar Caribe llamada Guanahani. Los viajes de los portugueses a India siguiendo la costa Africana significaron un estímulo para quienes creían en la ruta hacia el oeste como el camino más corto para llegar hasta Asia. Cristóbal Colón fue partidario de esta hipótesis. Apoyado por la monarquía española, organizó un viaje de exploración que lo condujo a la costa americana en 1492. Cristóbal Colón creía que había llegado al continente asiático, denominado por los europeos Indias y murió sin saber que había llegado a un continente desconocido por los europeos.
La expresión "descubrimiento de América" para referirse a la llegada de Colón al continente americano ha sido criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar a un amplio y apasionado debate. En este artículo se adopta como significado del término, todos los viajes realizados por Colón a América, el encuentro de los españoles con las distintas culturas americanas que habitaban esas tierras, así como las relaciones y conflictos inmediatos entre indígenas y españoles que ese encuentro produjo.
Se trata de uno de los momentos cumbres de la historia universal porque significó el encuentro de dos mundos humanos que se habían desarrollado independientemente, sin que ninguno conociera la existencia del otro.[]
En el artículo se distingue claramente el acto mismo del descubrimiento, entendido como una serie de viajes que hicieron los primeros españoles que llegaron a América y su dimensión de encuentro entre culturas, del posterior proceso histórico conocido como conquista de América que los europeos realizaron a continuación. Las consecuencias de este encuentro entre dos mundos fueron dramáticas para los nativos americanos, llegando producirse la muerte de millones de personas (guerras, esclavitud y, sobre todo, enfermedades) y la desaparición de culturas.
Cristóbal Colón, en representación de los Reyes Católicos de Aragón y Castilla, realizó cuatro famosos viajes desde Europa a América en 1492, 1493, 1498 y 1502. En el primero de ellos llegó a América el 12 de octubre de 1492, a una isla de las Bahamas llamada Guanahani, cuya exacta localización aún se discute. En el tercer viaje llegó a territorio continental en la actual Venezuela.
A partir del tercer viaje de Colón, descubrimientos y conquista progresaron conjuntamente. Durante los veinte años que separan 1499 de 1519, cuando empieza la empresa magallánica, tuvieron lugar los llamados «viajes menores o andaluces», capitulados por la corona con otros nautas quebrando el discutido monopolio colombino. En el primero de estos participó Américo Vespucio a quien se ha atribuido ser el primer europeo en proponer que las tierras a las que Colón había llegado no eran en realidad parte de Asia, sino de un continente desconocido para los europeos.
Primer viaje
Los Reyes Católicos, particularmente la reina Isabel, deciden ayudar a Colón en su proyecto de llegar a Asia por Occidente. El 17 de abril de 1492, Cristóbal Colón firma con la Reina Isabel las llamadas Capitulaciones de Santa Fe, documentos por los cuales se autoriza y financia la expedición de Cristóbal Colón a las Indias por el mar hacia occidente. Además se le conceden a Colón una serie de prebendas y títulos, entre ellos: Almirante, Gobernante, Virrey y 10% de las riquezas. También se firman varias provisiones y cédulas para que ayuden a Colón aquellas villas y puertos de mar a las que se dirija Colón. Una provisión es dirigida a la villa de Palos por una sanción impuesta a algunos de los vecinos de esta villa.
El viaje no resultó fácil para nadie de hecho hubo conatos de amotinamiento, pero gracias a la presencia y las dotes de mando de Martín Alonso Pinzón se consiguieron resolver estas situaciones. Cuando ya se habían agotado todos los cálculos y previsiones realizadas por Colón, se oyó desde la Pinta el famoso grito de Rodrigo de Triana «¡Tierra a la vista!», dos horas después de la medianoche del 12 de octubre.
En su primer viaje Colón capturó varios indígenas que fueron llevados cautivos a España, donde los reyes católicos ordenarían primero venderlos como esclavos y luego liberarlos.[ ]El 16 de enero de 1493, con las dos naves restantes, la Pinta y la Niña, emprendieron el viaje de retorno. Durante la travesía las dos naves se separaron por culpa de una fuerte tempestad, en la que los tripulantes de la Niña al verse a punto de naufragar, realizaron el denominado voto colombino. Finalmente Colón, con la Niña, consigue arribar a duras penas en Lisboa, Martín Alonso Pinzón hace lo propio en el puerto de Bayona. Las naves, por fin, llegaron a Palos el 15 de marzo con pocas horas de diferencia, y Colón marchó a Barcelona para informar a los reyes de su descubrimiento, mientras que Martín Alonso Pinzón falleció a los pocos días del regreso, siendo enterrado seguramente en el monasterio de La Rábida según era su voluntad.
Segundo viaje
La segunda expedición salió de Cádiz el 24 de septiembre de 1493. Este viaje tenía como finalidad asentar la presencia española en los territorios descubiertos y encontrar el camino hacia India y Catay. La primera isla a que arribó fue La Deseada (3 de Noviembre); después descubrió Puerto Rico y llegó a La Española, donde encontró destruido el Fuerte de La Navidad por una ofensiva de Caonabo. En la misma isla fundó la ciudad de la Isabela (6 de enero de 1494). Continuó su viaje de exploración y recorrido las costas de Juana (Cuba) y Santiago (Jamaica). A fines de 1494 o principios de 1495 se dirigió hacia el sur.
Los escritos de este viaje registran algunas situaciones de violencia sexual contra mujeres indígenas, como la que relata uno de los hombres de su tripulación.[]
Tras este viaje se dedicó a consolidar el dominio sobre La Española. En 1496 regresó a España, llegando a Cádiz el 11 de junio.
Tercer viaje
El tercer viaje comenzó el 30 de mayo de 1498. Colón partió de Sanlúcar de Barrameda y llegó a la isla de Trinidad a finales del mes de julio. Del 4 al 12 de agosto visitó el golfo de Paria, en la desembocadura del río Orinoco.
A la llegada del administrador real, Francisco de Bobadilla, Colón fue arrestado. Al llegar a España, en 25 de noviembre de 1500, fue puesto en libertad, pero perdió su prestigio y sus poderes.
Cuarto Viaje
Pese a los problemas por la perdida de sus poderes, inició el viaje, pero con una serie de prohibiciones, como la de tocar tierra en La Española. El objetivo de este viaje fue encontrar un estrecho (el Estrecho de Malaca) que le permitiera llegar a las Indias, al oeste de las Antillas, ya que se veía que éstas no lo eran aunque no podían quedar muy lejos de las tierras por él descubiertas. Salió del puerto de Cádiz con dos carabelas y dos navíos (La Capitana, La Gallega, La Vizcaína y el Santiago de Palos) el día 11 de Mayo. Pasando por Canarias, llegó a las Indias en 30 días.[]
Por los problemas surgidos en La Española, Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la colonia, no permitió que Colón desembarcase a pesar de una inminente tempestad y que cambiase uno de sus buques por otro de mejores condiciones. Colón capeó como pudo el temporal y pasó a Jamaica, aunque la tormenta no le dejó hasta el 12 de septiembre, 88 días de tormenta.

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